martes, 30 de diciembre de 2008

Dogging: "Cancaneo"...

Si estas aburrid@ de practicar sexo siempre de la misma manera, aquí llega una picante alternativa para innovar.

De mano de los británicos nos llega el Dogging o también llamado cancaneo, es una mezcla de sexo al aire libre, voyeurismo, exhibicionismo y swinging.

El termino dogging se originó en los 70 en el Reino Unido para describir a los hombres que espiaban a las parejas que tenían sexo al aire libre. No ha sido hasta ahora que ha adquirido esta nueva connotación.

Como curiosidad, algunos dicen que el origen del nombre viene de que esos hombres aprovechaban el pretexto de pasear a sus perros (dog en inglés) por descampados y así poder espiar a las parejas, mientras que otros afirman que el nombre proviene del hecho de practicar sexo al aire libre, como los perros.

La práctica de sexo al aire libre suele situarse en escenarios como parques, merenderos y aparcamientos. Generalmente se practica dentro de los coches o en el bosque, pero siempre en lugares apartados.

Los participantes son exhibicionistas que practican sexo consentido ante los voyeur, que pueden llegar a participar a modo de swinger o de forma individual.

Los participantes o también llamados doggers suelen ser parejas heterosexuales y su edad suele estar entre los 30 y 50 años . Buscan nuevas maneras de disfrutar y encontrar el morbo en sus relaciones sexuales.

En cambio los voyeur suelen ser hombre maduros de clase media y normalmente casados, aunque es posible que varíe un poco.

La forma más habitual de contactar y organizar los encuentros es a través de Internet. El primer contacto suele ser en foros de esta temática, una vez fijada la fecha y lugar, el contacto pasa a hacerse a través del correo y de mensajes de móvil, para intercambiar incluso alguna que otra foto de los asistentes.

No suelen mandarse mailings masivos de convocatoria, sino que se selecciona un poco a los asistentes en función del tipo de reunión, ya que puede pasar que haya una asistencia masiva de voyeur y escasas parejas de doggers, o bien que sea de un temática no esperada o no apta para todos los gustos.

Los doggers tienen una serie de señales mientras están practicando sexo en sus coches para determinar de que forma pueden participar los voyeurs:

Juegos de luces: encender las luces interiores o exteriores de forma intermitente significa básicamente que son doggers. En cambio si dejan la luz interna encendida indican que quieren ser vistos.
Ventanas y puertas: dejar entreabierta la ventana del coche significa que esta permitido mirar e incluso tocar.
Si se abre la puerta del coche es porque se permite participar.
A parte de estas señales, existen unas normas básicas para poder disfrutar al máximo de cada sesión:

Como con cualquier relación esporádica es conveniente la utilización de preservativos para evitar cualquier tipo de enfermedad sexual. No estar en zonas de paso para no molestar a los transeúntes, limitarse a mirar hasta no ser invitado ( ante todo tiene que existir el respeto), no comprometer la identidad personal de nadie, todo el mundo es anónimo, Respetar el mobiliario público, la participación tiene que ser de manera voluntaria y por último tener en cuenta las leyes de cada país ya que se puede considerar escándalo público.

Por último una cosa muy importante a tener en cuenta es la seguridad, no todo es sexo y diversión, ya que hay personas que lo utilizan para hacer chantaje , robar o asaltar.

Por ello a continuación vienen una serie de consejos a tener en cuenta para poder mantener la integridad:

- Lo primero antes de llegar a la reunión es guardar todos los objetos de valor en algún lugar seguro o directamente no llevarlos.

- Evitar cualquier tipo de agenda de teléfonos ante desconocidos para no poder ser localizados después.

- Una vez finalizada la sesión no ir directamente a casa por si a alguien se le ocurriera seguirnos.

- Esto es todo lo que necesitas saber para practicar el dogging. Sólo te queda informarte del próximo encuentro y animarte a participar.



¿porque no nos cuentas tu experiencia?

agradecemos el Artículo publicado por nuestros amigos de elblogdelsexo.

Relato Erótico 4: "Navidad en Bangkok, 31 de Diciembre..."

Relato Erótico de Navidad
Bangkok, 31 de Diciembre
Hablar del invierno en Tailandia es hablar de la noche. Los últimos y primeros días del año apenas gozan de la luz del sol. Las calles, inundadas de puestos callejeros y hombres que harían cualquier cosa por cuatro centavos, son laberintos guiados por letreros de neón. A las diez de la mañana del día de fin de año aún quedaban unas tres horas de luz y había un sedán negro aparcado en la puerta del mejor hotel de la ciudad, lo cual no era decir mucho en Bangkok (al menos, éste era espectacularmente grande). Un escuchimizado botones, que seguramente sería más joven de lo que aparentaba, se adelantó a abrir la puerta trasera del coche para que un espléndido ejemplar de fémina naciese al exterior e intentara descifrar con asombro los metros de altura del hotel mirándolo como quien mira una sabrosa torre de chocolate. Ella se llamaba Laura.

Viajaba con su joven marido, Josh, vicepresidente de una empresa textil que le permitía sentarse todos los días tras un mesa de ébano y fingir que en el resto del mundo no pasaba nada. Él tenía que reunirse allí para cerrar un trato con unos importantes clientes tailandeses esa misma tarde. Luego estaban invitados a la fiesta de fin de año que se inauguraría tras la medianoche. Ambos entraron en el hotel y firmaron antes subir al ascensor acompañados de sus maletas de Gucci. Laura se sentía extraña entre los tailandeses, todos le parecían iguales, pero cuando las puertas del ascensor se cerraban pudo atisbar la llegada de un hombre que acababa de entrar y se dirigía al conserje. No consiguió ver con nitidez sus rasgos, pero desde luego eran muy diferentes a todos los que habían pasado por delante suya aquel día. De repente pensó: “Menos mal, un tailandés al que he visto menos de mil veces.”

A la hora del almuerzo ya estaba anocheciendo y se podía observar un bellísimo ocaso rojizo en el cielo. El comedor estaba situado en el piso más alto y las paredes que daban al exterior eran unas inmensas cristaleras que dejaban traspasar la estampa de crepúsculo flemático que estaba produciéndose fuera. Josh almorzaba en una suite preparada por los clientes tailandeses para comer juntos y en intimidad del resto de huéspedes. Laura tuvo que subir al comedor sola, lo que la hacía sentirse especialmente incómoda. Se sentó en una mesa cerca del fondo y miró hacia todos lados buscando un camarero. Entonces descubrió que la persona que estaba sentada en la mesa de frente era aquel hombre diferente del hall. Ahora podía distinguir mejor sus facciones y supo que era occidental. Su rostro era una sucesión de ángulos con una mandíbula y pómulos especialmente marcados. Bajo su nariz recta, de tamaño medio, se encontraba una boca, delimitada por labios rosados, de esas que cuando sonríen revelan cierta arrogancia. Su mirada era ambigua, tan siniestra y gélida como penetrante y seductora. Estaba envuelta en una cortina de misterio que conseguía levantar miedo o atracción, según deseara, y la guardaban unos elegantes ojos rajados de color verde selvático. Su cabello era negro azabache y contrastaba con el blanco de su piel. Sacó un encendedor de gasolina para prender un cigarrillo rubio con un movimiento rápido y hábil con una sola mano que terminó en un chasquido metálico al cerrarlo. Fumaba con la misma seguridad que un rey en su palacio y con cada calada dejaba un estela de humo denso que formaba una especie de niebla efímera a su alrededor. Él se dio cuenta de que lo miraba y le dedicó una sonrisa ligera, pícara e incisiva. Ella optó por responder:

-No conozco a nadie que siga utilizando esos encendedores.
-Seguro que hay muchas cosas que aún no conoce.- contestó él con una voz suavemente rajada.
En ese instante hizo acto de presencia el camarero para preguntarle a Laura qué deseaba de almorzar.
-Tráigame una merluza con gambas y vino tinto, por favor.
-Estoy seguro de que el vino blanco le gustará más con el pescado.- interrumpió el hombre de la mesa de frente.
-¿Si? ¿Y cuál me recomienda?- preguntó Laura con tono ronroneante.
-Una merluza con gambas pide un vino blanco fermentado en barrica. Quizá un Sauvignon Blanc... o un Chardonnay.
-Le haré caso. Sauvignon Blanc. Espero que no se equivoque.
-Yo también lo espero. Hay dos cosas en las que no consiento quedar mal. Una de ellas es el vino.
-¿Y la otra?
-El billar.
-¿En serio? ¿Juega usted al billar? Yo también.
-No lo dudé ni por un momento.
-¿Es bueno?
-Eso dicen.
-¿Y qué estrategia utiliza para ganar?
-Soy de los que piensan que lo mejor es observar al rival. Descubrir sus debilidades... y atacar por ahí.
-¿Tiene algún saque especial para empezar?
-Bueno... tutearse sería un buen comienzo.
Laura se dio cuenta de que él siempre terminaba las frases con una leve sonrisa entre socarrona y cínica. Eso le llamaba la atención.

Para cuando el camarero volvió con la merluza y el vino, los dos estaban sentados en la misma mesa. El hombre de los ojos verdes le pidió un ron con hielo mientras apagaba el cigarrillo que había estado fumando. Cuando el camarero se fue Laura probó el vino y dijo que estaba exquisito. Siguieron hablando mientras ella terminaba su merluza y él su copa de ron. Laura descubrió que él se iba de la ciudad después de la fiesta de fin de año, en el primer vuelo. Esto le transmitió cierta serenidad, pensando que la tentación no duraría mucho. Aún así, su conciencia la hacía comer rápido de forma instintiva, quizá en un reflejo para escapar de lo prohibido. Acabó antes que él y éste preguntó:
-¿Eres así de rápida para todo?
-No, los helados siempre se me derriten antes.
Ambos se rieron y ella aprovechó para preguntarle algo que la había hecho pensar durante la comida:
-¿Cómo es que sabes tanto de vinos y estás bebiendo ron? Ésta era tu oportunidad para sorprenderme con algún tipo de vino excepcional.
-Hace años que no tomo vino ni ninguna otra bebida excepto ron.
-¿Y eso?
-Es una historia muy larga.
-Cuéntamela. Tengo tiempo.
-La respuesta en el próximo episodio... ¿Continuará?- dijo él dando el último trago y levantándose de la silla. Sacó dos billetes y los dejó encima de la mesa.
-Espera. ¿Cuál es tu nombre?
-518.
Ella rió suavemente.
-Ciao, bella.- se despidió él con una de sus sonrisas y desapareció entre la multitud del comedor.

En aquel momento, sola en una mesa de un comedor de Tailandia, con su marido un piso más abajo, una sensación de culpabilidad y deseo incontrolable embargó a Laura. Aquel hombre de ojos verdes había conseguido llamar su atención como ningún otro hombre lo había logrado jamás. Anhelaba con todas sus fuerzas correr hacia la habitación 518 y lanzarse a sus brazos entregándose en cuerpo y alma a un desconocido. Y entonces miraba su mano decorada con un brillante anillo de matrimonio que, aunque llevaba poco tiempo en su dedo, no pensaba manchar. Se consoló pensando que había coqueteado con él porque necesitaba compañía y jugar con un hombre siempre resulta divertido y, a menudo, reconfortante. Supo que se engañaba, que ésta vez era ella la que había quedado prendada. Bajó a su habitación y se invitó a una copa. Intentó hacer otras cosas, pero no conseguía concentrarse. La imagen de él y su mirada selvática, su sonrisa pícara... saltaban en su mente como un flash. Llamó a su marido para preguntarle cuanto más tardaría y éste le respondió que iría directamente a la fiesta de las doce de la noche porque las negociaciones estaban siendo extremadamente complicadas. Laura colgó, bebió de un trago otra copa y antes de seguir pensando corrió a buscar la habitación 518.

Cuando la encontró se paró un momento a retocarse en un espejo situado a la izquierda de la puerta. Llamó dos veces con los nudillos y, al cabo de un momento, la puerta se entreabrió. Laura dudó un instante antes de pasar. Al entrar se encontró con un pasillo oscuro que la guió hasta el fondo de la suite, donde la habitación se iluminaba tenuemente con la luz de unas velas ante las que había colocada seda roja. Conforme daba otro paso hacia delante más inconsciente era de hacia donde caminaba. Entonces, a su espalda alguien la agarró suavemente de la cintura y dijo:
-¿Jugamos?
Ella no se dio la vuelta. Tan solo preguntó:
-¿Cómo sabías que vendría?
Ésta vez nadie contestó. Ella sintió el roce de una tela sobre su rostro. Él colocó una venda negra ante sus ojos sin decir ni una sola palabra. A continuación desabrochó el vestido de Laura mientras besaba su cuello desde atrás y lo fue deslizando hasta dejar su piel casi desnuda como la venus de Botticelli con lenceria escarlata. Acarició sus caderas y sus muslos, examinando su tacto. Recorrió con sus dedos la columna de ella, desde abajo hacia arriba, hasta llegar al sujetador. Lo desabrochó y dejó que cayera al suelo como una hoja de árbol en otoño. La guió hacia la cama y la recostó. Se esmeró en besar cada centímetro, cada curva. Levantó los brazos de Laura y dejó una estela de pasión con sus labios que tomó camino hacia abajo, parándose de nuevo en el cuello, mordiéndolo y luego haciendo lo mismo con su oreja derecha. Esto provocó que el vello de Laura se erizase.

Él siguió bajando hacia los pechos, que acarició con las palmas de sus manos, pasándolas por encima y luego cerrándolas sobre ellos. Acercó su boca a uno de sus pezones y lo besó una vez. Lo volvió a besar y a la tercera vez utilizó su lengua para recrear un círculo a su alrededor terminando en la punta, donde aplicó más velocidad y al levantar la cabeza observó que el pezón estaba erecto. Volvió a bajar la cabeza para lamer el pezón ahora excitado. Lo succionó y luego le dio un par de mordiscos suaves, mientras examinaba con sus dedos el vientre de Laura. Hizo dibujos en él con su lengua y besó su ombligo. Luego se aproximó a su cadera y su costado, que acarició ésta vez con las uñas de una forma ligera, apenas rozándolo. Bajó hacia el lugar donde terminaba el túnel de sus piernas. Acarició con cariño sus muslos por el interior antes de dedicarse a besar sus ingles y toda la zona cercana a su sonrisa vertical. Pasó su rostro por los labios mayores y de repente subió hacia arriba para besarla, incorporarla lentamente y librarla de la venda, bendiciendo con sus labios los párpados antes de que pudiese abrirlos.

Laura estaba enmudecida. Entonces, de una forma salvaje despojó al hombre de los ojos verdes del jersey que llevaba puesto y pudo ver su torso firme de músculos definidos. Lo tocó y comprobó su rigidez antes de aproximarse a los pantalones. Pudo ver a su amante provisto únicamente de su ceñida ropa interior, que dejaba intuir una cualidad fantástica. Laura no pudo aguantar más la tentación y bajó la ropa interior de su compañero. Entonces repitió la mirada que tuvo al bajarse del coche y ver por primera vez el edificio del hotel de Bangkok. Definitivamente, estaba descontrolada. Agarró con su mano el grueso miembro de su amante y bajó la cabeza para besarlo. Necesitaba saciar su apetito, de modo que lo introdujo lentamente en su boca, acariciando con la lengua su cabeza prominente. Sintió su olor a sexo. Lo introducía y lo sacaba rítmicamente, y cada vez que éste salía de su boca sus labios parecían más voluminosos por un instante. Luego lo recorría desde su base hasta la cabeza y viceversa. En ese momento, el amante la sujetó suavemente de la barbilla para indicarle que subiese hasta su boca.

Se besaron mientras él volvió a tumbarla y luego bajó su mano hacia el clítoris de ella. Colocó su dedo índice y su anular de forma que sujetasen los pliegues que protegían la perla del placer. Introdujo el dedo medio en la vagina para humedecerlo con los fluidos de ella y conseguir que se deslizase mejor alrededor de su clítoris. Jugó con su perla mientras se fundían en un eterno beso de pasión salvaje donde los labios de uno luchaban por conquistar los del otro y sus lenguas se enroscaban entre si. Él decidió que ya era hora de profundizar más y volvió a introducir su dedo medio en la vagina de Laura. Luego, poco a poco introdujo el dedo anular, esperando a que se humedeciesen más para iniciar un movimiento de los dos dedos hacia dentro y hacia fuera. En un instante climático, él paró de forma cortante el movimiento y Laura lo miró con cara de no haber rogado nunca nada con más ansia. Gimió exigiendo más de aquello y agarró la mano que su amante había colocado en su vagina. Apretó la mano de él contra si misma y volvió a gemir. Entonces, incapaz de articular palabra, miró a los ojos de su amante con mirada asesina. Él sonrió con malicia y entonces ella se abalanzó sobre él. Le besó, le mordió, le arañó y buscó a tientas su miembro erecto para introducirlo dentro de si misma. Él agarró con fuerza los muslos de ella y los arañó hasta llegar a las bragas, que se habían quedado solo un poco bajadas, y tras arrancarlas de una forma salvaje las lanzó a un lugar perdido de la habitación. Ella acarició su clítoris contra la cabeza del miembro de él. Y por fin, el hombre de los ojos verdes entró en Laura, que suspiró como quien encuentra un oasis. La vagina de ella y el miembro erecto de él comenzaron a bailar juntos un vals húmedo y ardiente. Ella cabalgaba a su objeto de deseo como jamás lo había hecho, casi con gula. Al tiempo, él la agarró entre sus brazos y se irguió para colocarse de rodillas encima del colchón. La besó una y otra vez mientras la poseía desde atrás. La vagina de Laura empezaba a parecer un océano. Ella se agarró a los barrotes de la cama y pensaba que aquel estaba siendo el mejor momento de toda su vida. Por un lado quería disfrutarlo, que no se acabase nunca, pero por otro estaba descompuesta con la tortura de placer a la que él la estaba sometiendo.

Luego, el hombre de los ojos verdes salió de ella y Laura se volvió como una leona en celo. Él la sujetó y la volvió a tumbar boca arriba. Elevó las piernas de ella hasta colocarlas encima de sus hombros y volvió a entrar. Volvió a iniciar el movimiento, parando de vez en cuando para observar la cara impotente de Laura, que deseaba tocarle y besarle sin poder hacerlo. A la vez que penetraba utilizaba sus dedos para sugestionar el clítoris de Laura. Ella estaba a merced del antojo de aquel desconocido. Él sintió la vagina incendiada y aceleró el ritmo, entrando y saliendo a la vez que giraba sus caderas en movimiento de reloj, y luego al contrario, para seguir hacia arriba y abajo y vuelta a empezar. Profundizó. Ella gritó. Él tuvo misericordia. La excitación llego a su cenit para ambos. El bajó las piernas de ella y, sin salir, sujetó con sus manos el rostro de Laura y la besó.

Laura miró el reloj y se dio cuenta de que faltaba muy poco para medianoche. Lo último que deseaba era irse de aquella habitación, de los brazos de aquel hombre. Pero pensó en su marido, en su vida, y ambos se despidieron, prometiendo encontrarse en la fiesta de fin de año. Una vez en el salón privado del hotel, donde la fiesta tendría lugar cuando pasasen las doce, comprobó la gran cantidad de gente que había, algunos de ellos ataviados con ropas realmente extravagantes que consiguieron sacarle una sonrisa. En un extremo pudo encontrar a su marido, acompañado de dos hombres occidentales y cinco orientales. Se acercó a la mesa en que estaba sentados, pero tras una mirada de Josh comprendió que no era el momento de presentarse. De modo que siguió paseando por el inmenso salón y fue a pedir una copa de ron en la barra. Sintió que alguien la rozaba por detrás y, al volverse, pudo ver la mirada ambigua del hombre de los ojos verdes, acompañada de su inseparable sonrisa. Éste le preguntó sin dejar de sonreír:
-¿Te has unido a los piratas?
Ella tardó un momento en comprender que se refería al ron. Él le arrebató la copa, dio un sorbo y se volvió para caminar en dirección contraria. Laura lo siguió por inercia. Entraron en una cocina vacía que se comunicaba con el salón. Él cogió una cuerda que había en una estantería y se volvió para mirar a Laura y decirle con voz insinuante:
-¿Jugamos?

Laura puso cara de asombro y movió la cabeza en acto de negación excesiva.
-Ni lo sueñes.
-¿Por qué soñar cuando puedes hacer realidad tus sueños?- contestó él mientras caminaba lentamente hacia ella.
Actuó rápido y la agarró. Laura intentó zafarse de sus brazos pero solo consiguió ser llevada hasta una mesa de mármol. Él la subió a la mesa y tiró de las muñecas de Laura hasta que logró tenerlas cerca de un soporte metálico pegado a la pared, al que consiguió atarlas. Luego bajó hacia la cadera de ella y subió su falda, comprobando que seguía sin bragas.
-¿Las venden caras en Bagkok?- preguntó él con ironía.
Separó sus piernas y colocó sus manos sobre las ingles de ella. Susurró pidiéndole que no se moviese tanto. Apartó los labios mayores y paseó su lengua de abajo arriba hasta llegar al clítoris. Lo hizo más visible y comenzó a besarlo. El ruido del salón se podía escuchar perfectamente. A él no le importaba, mientras que Laura se sentía tremendamente nerviosa e intranquila. Él se lamió dos dedos y los introdujo en su vagina. Mientras, con su lengua dibujaba figuras esféricas en torno al clítoris, que gritaba que lo abrazasen. Pasó sus labios húmedos sobre él y lo volvió a besar, apretando ésta vez sus labios contra la perla de Laura. Subió su mano izquierda para acariciar los pechos de ella y comprobar que sus pezones estaban erguidos. Volvió a introducir dos dedos de la otra mano en la vagina y comenzó a estimularla a tres bandas sin cesar. Ella no pudo evitar gemir cada vez más, respirando con velocidad.

Entonces una voz gritando el nombre de ella se alzó en la cocina. Laura supo que aquella voz intrusa pertenecía a su marido, que no consiguió ver la identidad del hombre que estaba poseyendo a su mujer. Josh decidió no entrar y largarse. Laura exigió que la desataran y el hombre de los ojos verdes lo hizo. Ella corrió en busca de su marido y lo encontró tomando una copa solo en una ventana del pasillo. Caminó hacia él, pero antes de llegar a su altura se volvió hacia atrás, pensando en el destino de su amante. Vio a éste irse del salón por la salida que desembocaba directamente a la calle. De repente, pensó que aquel hombre significaba más para ella que su propio marido y que si lo dejaba marchar sin saber ningún dato sobre él no se lo perdonaría jamás. Laura cambió de dirección y corrió escaleras abajo. Paró en la conserjería y le preguntó al encargado hacia donde se había ido el hombre de los ojos verdes. El tipo le contestó que no había visto salir a nadie porque estaba mirando la televisión para brindar por el fin de año, que estaba a punto de producirse. Desesperada, le describió a su amante para que pudiese decirle qué nombre había escrito al registrarse en el hotel. El tipo le contestó que no conocía a ningún huésped que respondiese a esa descripción. Laura corrió hacia la calle y al abrir las inmensas puertas del hotel escuchó en estallido brutal. La gente en la calle lanzaba gritos de júbilo y el cielo se teñía de colores con los cohetes. Acababa de nacer el nuevo año. Miró el río humano que inundaba la avenida y buscó en vano a su amado. El hombre de los ojos verdes había desaparecido para siempre.

lunes, 29 de diciembre de 2008

Sexo e Hypnosis

Sexo e Hipnosis: Una mezcla explosiva ¿ no creéis ? :-)

Aquí os dejo un vídeo de lo que sucede si mezclas sexo e hipnosis... No se si es recomendable para la salud, pero lo que es seguro es que se pueden quemar algunas calorías de esta forma... ;-)



Por favor, si lo probáis contarnoslo!
estamos impacientes por saber que tal las agujetas! :-)

Sexshoppy te regala un "Beso" por Navidad !!!...

¡APRENDE A BESAR COMO LAS/OS DIOSAS/ES!
"El beso es el primer acto de amor e intimidad en la pareja. Es el primer contacto intenso entre ambos cuerpos y es tan importante que puede tener injerencia a la hora de definir sí nos interesa seguir recibiendo ese beso o no. Sin embargo, nuestra boca tiene la misión de conquistar, seducir y, en lo posible, enloquecer a través de un beso..."

Por eso recurrí a grandes “estudiosos” de los besos a través de la historia y te revelo sus secretos. William Cane autor del libro "The art of kissing" o "El Arte de Besar", describe diferentes maneras de besar en lo que llama "La Biblia del Beso" y entrega las tácticas, describiendo movimientos y presiones necesarias, para que el beso sea un éxito total. De sus besos seleccione los siguientes:

PRESIÓN DE LOS LABIOS:
Trata sólo de tocar los labios de tu pareja con tus labios. Míralo a los ojos y haz una pequeña presión. Es increíble la pasión que puede generar sólo el roce inicial.

BESO EN EL CUELLO:
Aunque es sabido que a nosotras nos encanta ser besadas en el cuello, una encuesta realizada por el autor, reveló que nueve de cada diez hombres declararon que les gustaba ser besados en el cuello, que les parecía inmensamente excitante y que generalmente, "no recibían esta clase de besos"

BESO ELÉCTRICO:
El autor se pregunta: “¿Es posible darle a mi pareja un shock eléctrico al besar?” y da las pautas para cargarse de electricidad y provocar este efecto:Primero, apaga todas las luces y presiona tus pies descalzos hacia delante y atrás en la alfombra. No es necesario que tú pareja haga lo mismo.Con el roce de los pies en la alfombra, se genera un exceso de partículas eléctricas negativas y cuando toques a tú pareja que está cargado de partículas positivas, se crea un shock eléctrico.Acércate a tú pareja, sin tocar ninguna otra parte de su cuerpo, porque sí lo haces, neutralizarás la carga. Acerca tus labios a los de él y, aunque parezca difícil de creer, podrás ver resplandecer una pequeña carga eléctrica, que se traspasará desde tus labios a los de él. Asesorado por un ingeniero eléctrico, Cane describió aquellos lugares en donde el beso eléctrico, tiene un mayor efecto: En el sofá 55 voltios, en el cine 66 voltios, en la alfombra 625 voltios, en el lobby de un hotel 800 voltios, debajo de una cobija de lana 250 a 4000 voltios. Entonces, a restregar los pies sobre la alfombra y… ¡A besar!

BESO FRÁNCES:
Lo describe como el beso más sensual. Acércate a tú pareja e inicia el beso suavemente. Luego separa tus labios y empieza a jugar con tú lengua en su boca. Pídele a él que responda de la misma forma a tú juego. El roce de las lenguas es sumamente sensual y erótico y es lo que los llevará a un encuentro sensual y sexual pleno.

¡A BESAR A BESAR...QUÉ EL MUNDO SE VA A CABAR...!

El Kamasutra entiende el beso como un arte en sí mismo. Como un medio inigualable para expresar sentimientos, emociones y pasiones. Por ello, describe en sus candentes páginas 30 maneras de besar, cómo, cuándo y dónde hacerlo, para aprovechar al máximo la participación de los sentidos del gusto, tacto y olfato. Y señala que sí cada uno de estos sentidos por separado puede hacernos sentir de manera increíble, los tres en conjunto, pueden llevarnos al éxtasis total. De los 30 besos del Kamasutra, seleccione los siguientes:

BESO LADEADO:
Cuando las cabezas de los dos se ladean en direcciones opuestas y en esta postura se produce el beso. Es una de las maneras más comunes de besarse pero esta posición garantiza un excelente contacto de los labios y mejor penetración de la lengua. Es el beso indicado para incentivar la pasión.

BESO INCLINADO:
Uno de los dos echa la cabeza hacia atrás y el otro lo sujeta por el mentón y lo besa. Está cargado de ternura y es ideal para transmitir emociones y sentimientos...

BESO DIRECTO:
Cuando los labios de los dos se unen directamente y se succionan como sí de una fruta madura se tratara. Es un beso reposado y largo, expresa una fuerte pasión y en muchas ocasiones excita más que un beso con lengua...

BESO BROCHE:
Cuando uno de los dos sujeta con sus labios los de su amante. Y si el que realiza el beso toca con su lengua los dientes, las encías, la lengua o el paladar del otro, se llama lucha de la lengua. Es un beso que implica una confianza e intimidad muy desarro llada en la pareja...

BESO PALPITANTE:
Cuando se depositan sobre los labios del ser amado miles de besos muy pequeños recorriendo toda la boca y las comisuras. Estas pequeñas presiones generan un incentivo sobre los labios del amado, aumenta la temperatura y… Provoca muchas sensaciones conjuntas...

BESO DE CONTACTO:
Cuando se toca ligeramente con la lengua la boca del amado y apenas contacta sus labios. Es un beso tremendamente insinuante, una invitación a más...

BESO QUE ENCIENDE EL AMOR:
Es el beso en las comisuras de los labios que uno de los amantes da al otro cuando está dormido, para encender su amor. Es un beso cargado de sentimien to, ternura y apertura, puesto que a través de él, abiertamente se busca el amor del otro expresando la necesidad de tenerlo...

BESO QUE DISTRAE LA ATENCIÓN:
Es aquel en que uno de los amantes besa al otro cuando está ocupado en otros asuntos, para distraerlo de su ocupación y atraerlo hacia sus brazos. Es un beso de atracción, de llamado...El Kamasutra deja claramente establecido que además de la boca, pueden darse besos en otros lugares, como los ojos, las mejillas, el pecho, la nuca y el cuello junto a la clavícula, entre otros.

BESO NOMINAL:
Cuando uno de los amantes se limita a tocar la boca del otro con dos dedos que se besó antes.

BESO CON LAS PESTAÑAS:
Cuando se recorren los labios o la cara del amado acariciándola con las pestañas.

BESO CON UN DEDO:
Cuando se recorre la boca del amado, por dentro y por fuera, con un dedo.

BESAR EL CUERPO:
Aunque parece que los besos siempre suelen centrarse en la boca, posar los labios en otras partes del cuerpo es una forma de excitar y de demostrar cariño. Durante el tiempo de los besos por todo el cuerpo,no es necesario que “el besado” permanezca pasivo y la otra activa, pero es una buena práctica no hacerlo simultáneamente, así cada uno puede concentrarse en sus propias sensaciones y disfrutar del placer de besar o de ser besado. La intensidad de los besos en la piel puede ser mediana, fuerte o suave, dependiendo de la zona o de los gustos de cada uno. Cubrir el cuerpo de tú pareja sistemáticamente con besos o explorarlo en toda su extensión con la lengua, es un modo estupendo de aumentar la excitación...

Esperamos que os haya gustado nuestro regalo de navidad,... ¿ Cual has elegido para tí ? ;-)
FELIZ NAVIDAD y PROSPERO AÑO NUEVO 2009

jueves, 18 de diciembre de 2008

Día Mundial del Orgasmo: "orgasmo global por la paz"

Haz el amor y no la guerra. Literalmente. Una pareja de pacifistas californianos ha convocado para el próximo día 21, por tercer año consecutivo, un nuevo "orgasmo global por la paz", en el Día Mundial del Orgasmo.

El objetivo es generar energía positiva y buenas vibraciones mediante la mayor cantidad de orgasmos sincronizados en todo el planeta, así como ofrecer una excusa para que el mayor número posible de personas dedique unos minutos (o más bien unos segundos) a pensar en la paz del mundo.

La idea pertenece a Donna Sheehan y Paul Reffell, cofundadores de la organización pacifista Baring Witness, célebre por organizar protestas al desnudo contra los enfrentamientos armados, y que promueve la igualdad de género.

La cita, que coincide con el solsticio de invierno, es este domingo. En España, a las 13.04 horas. Los usuarios de Facebook (También puedes encontrar a Sexshoppy en Facebook) se pueden unir a un grupo creado para promover el singular evento.

Tres razones

En su página web, Sheehan y Reffell sofrecen tres razones por las cuales un orgasmo planetario puede contribuir a la paz mundial.

Por un lado, la sensación de bienestar y plenitud, aseguran, ayuda a reproducir la condición ideal de armonía en la que se debería vivir en la Tierra.


Por otro lado, afirman que la justicia social sólo es posible a partir de una mirada compasiva con nosotros mismos y con los demás, que trascienda las diferencias de género y que es posible iniciar desde un orgasmo.

Por último, los promotores de la iniciativa señalan que, aunque dura sólo unos pocos segundos, el evento puede ayudar incluso a la lucha contra el calentamiento global (el producido por el cambio climático, se entiende), ya que se libera una energía limpia.

A la convocatoria están invitados "todos los hombres y mujeres, solos o en compañía".



Noticia recogida por nuestros amigos de 20minutos.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Huevo Vibrador... ¡¡¡ Y con control remoto !!!

Huevo Vibrador: Este juguete sexual tiene distintas funcionalidades y usos, desde el uso en solitario hasta el uso en pareja o grupo. Se trata de un vibrador en forma de huevo (o pequeño pene en algunos casos) que dispone de un mando de control remoto (aconsejamos comprarlo inalambrico si es para usar en pareja) para activar el vibrador y/o cambiar de modalidad del mismo. Y digo cambiar de modalidad puesto que estos huevos disponen de diferentes formas de vibración: mas o menos intensa, mas o menos larga, intercortada, ... De tal forma que podemos alternar la vibración del mismo obteniendo de esta forma diferentes sensaciones, por supuesto de lo más placenteras. También lo puedes utilizar como estimulador de clítoris.
...Os dejamos un video en el que se muestran diferentes huevos vibradores y se explica su funcionamiento
Juegos para jugar en grupo o en solitario:
- Llevate el huevo vibrador a la oficina para pasar una tarde de papeleo de lo más aburrida de forma un poco más amena y sugerente. Lo agradecerás!.
- Pontelo y dale "el control" a tu pareja para que active el vibrador en el momento de la cena que desee. Será inevitable que tomes postre,... por lo menos en casa! ;-)
- Sal de fiesta con tus amigas e intercambia los mandos de control remoto... Podeis pasar una noche de lo más divertida, las risas y nuevas sensaciones están garantizadas...
...Esperamos que disfruteis con vuestro nuevo amigo solas o acompañadas!

Un cumpleaños de lo más ardiente y movidito!

Porque siémpre sabrás encontrar un momento asolas para poder disfrutar de tu vibrador,...
...O por lo menos eso es lo que creias! ;-)


Feliz cumpleaños: Y que los próximos los disfrutes igual o mejor! ;-)
...Si quieres unos cumpleaños tan ardientes comos los de nuestra amiga, solo tienes que entrar en el SexShop OnLine y adquitir el que más te guste para disfrutar de tus celebraciones!!!. ;-)

lunes, 1 de diciembre de 2008

Bondage: "Disfruta atando y siendo atado..."

Bondage (del inglés to bind, maniatar); denominación aplicada a los encordamientos eróticos ejecutados sobre una persona vestida o desnuda.

Los atamientos pueden hacerse sobre una parte o sobre la totalidad del cuerpo, utilizando generalmente cuerdas especiales que pueden encontrarse en cualquier sex-shop, pero también, con cierta frecuencia, cadenas (aunque esto estaría más próximo del BDSM), y, más en general, cualquier otra cosa que pueda servir para inmovilizar a una persona. Con cierta frecuencia, a la persona se le aplica una mordaza

El bondage puede usarse como práctica estético-erótica, como parte de una relación BDSM, como una variante erótica más o como elemento en ceremonias de dominación o de sadomasoquismo. Aunque existen desacuerdos (especialmente cuando sólo se usan cuerdas) se suele considerar como formando parte de la llamada cultura BDSM.


Aquí os dejamos un video demostrativo de diferentes técnicas de bondage mostradas en una feria de Estados Unidos,...

Bondage y erotismo

A pesar de que este tipo de prácticas sólo recientemente se han empezado a recoger en obras de divulgación sobre sexualidad, el deseo sexual ligado a la inmovilización está muy extendido y se conoce desde antiguo, como lo muestran numerosas imágenes de intención aparentemente no erótica. ¿Por qué a algunas personas les atrae el juego de ser atadas? La razón que con más frecuencia se invoca es la liberación de inhibiciones y responsabilidades, en la medida en que confían las llaves del juego erótico a otra persona, que es quien marca las pautas a seguir. La sensación de dejarse llevar, de despreocupado abandono erótico, es para muchas personas altamente gratificante en el plano sexual.

A algunas personas les atraen también las sensaciones físicas: la presión de la cuerda, la imposibilidad de moverse, el roce o incluso la abrasión producida por la cuerda al desplazarse sobre la piel. Ligado a esto último está también el placer obtenido por la adrenalina que genera el peligro simbólico. Atrae también la sensación de impotencia cuando se hacen intentos por liberarse; a algunas personas les agrada realizar estos intentos mientras son estimuladas sexualmente por la persona activa, aunque el bondage no implica necesariamente contacto sexual. Es frecuente asimismo el uso del bondage en los llamados "juegos de sumisión" o juegos en los que se representan roles amo/esclavo. Finalmente, el bondage puede utilizarse como complemento de otras prácticas sexuales, incluso de tipo enteramente convencional, para estimular la libido de la persona que recibe el bondage y/o de la persona que lo ejecuta.

En este contexto, algunas de las razones que las personas activas suelen dar con más frecuencia para explicar su afición al bondage, son el estímulo que genera tener la total responsabilidad sobre el placer sexual del compañero o compañera, el placer creativo y estético unido a la visión del cuerpo humano encordado como una singular obra de arte, y otras razones, complementarias estas de las que interesan a quienes asumen un rol pasivo.

En la práctica del Bondage intervienen gran número de complementos, tales como, máscaras, vendas, mordazas, plugs, columpios, etc. Un interesante catálogo de estos complementos lo encontramos en sexshoppy.com.




La Seguridad en la práctica del bondage

El bondage se basa en una relación de confianza entre la persona atada y la persona que ata. Sobre esta última recae el grueso de la responsabilidad, dada la indefensión (previamente consensuada) de la otra. Para evitar accidentes, que en ocasiones pueden llegar a ser graves, se suelen seguir algunas normas básicas de seguridad:

- No dejar nunca sola a una persona atada.
- No pasar jamás una cuerda alrededor del cuello.
- Contar a mano con unas tijeras funcionales, como medio de liberar rápidamente a la persona atada.
- Prevenir los riesgos de caída: una persona atada puede llegar a sufrir un accidente serio si cae hacia atrás.
- No realizar suspensiones con la persona atada si no se tiene la suficiente experiencia, ya que es una operación delicada.
- No utilizar nunca nudos corredizos otro tipo de nudo resbaladizo.
- Realizar sesiones de corta duración si las posiciones son incómodas o si la persona que ata no está experimentada.
- Hidratar regularmente a la persona atada y suministrarle liquidos.
- Muchas de las posturas que se reproducen en el material gráfico sobre bondage, son de exhibición, no pueden ser reproducidas sin un alto dominio de la técnica. No se debe correr riesgos innecesarios.

...Información ofrecida por nuestros amigos de wikipedia.

Aquí os dejamos un Video-Tutorial de como iniciarse en el Bondage...
(Consta de 9 videos demostrativos)


















...Esperamos que a partir de ahora disfruteis del bondage siémpre que os apetezca y siguiendo los consejos para los no iniciados en esta práctica... ;-)

Relato Erótico 3: "Julia toma clases particulares"

Julia es una ricura, una preciosidad de niña, simpática, agradable, bien educada y sobre todo guapísima. Ella es morena, con una preciosa melena ondulada, aunque se empeñe en alisarla, da lo mismo, sus facciones perfectas, su ojos negros, su piel morena y ese lunar justo donde se unen la barbilla y el cuello la hacen irresistible, es la típica mujer que cuando la ves, la quieres como esposa, para toda la vida, no para tener un lío con ella, nunca ha llegado a tener el morbo de Celia, pero reconozco que Julia siempre ha sido mucho mas mujer y mucho mas hermosa.

Recuerdo perfectamente cuando la conocí, tenía quince años, por aquel entonces yo frecuentaba el chalet de un amigo, curiosamente cercano al de Celia, y fue el quien cuando empecé a subir en verano con mi moto, me comentó que habían un par de chicas con chalets cerca que siempre se habían juntado en vacaciones para jugar y divertirse.

Por aquel entonces y en plena adolescencia, con las hormonas revolucionadas no me importó conocerlas, mi sorpresa fue cuando vi a Julia, era lo mas hermoso que jamás había visto, pero no tarde en desistir, no me consideraba a su altura y ni siquiera intente ser noviete, y mucho menos robarle un beso, lo máximo que pude conseguir, y con eso tuve material suficiente para unas dos mil masturbaciones fue sentir sus pechos en mi espalda mientras la llevaba con la moto de chalet a chalet.
Pronto comenzamos a hacer planes los cuatro, pero nuestra sorpresa fue cuando me comentaron que la próxima vez subiera a otra amiga que tenían en el pueblo, esta chica era mas normalita, no era tan espectacular, pero tenía algo y decidí intentarlo con ella, tampoco hubo forma, no conseguí nada, mientras tanto yo me quedaba tonto cada vez que hablaba con Julia, pero seguía convencido de que jamás conseguiría nada con ella, pero no podía dejar de desearla.

Empezamos las excursiones, y encontramos una piscina abandonada cerca de allí, decidimos ir a bañarnos todos juntos, éramos cinco, Julia, sus dos amigas, mi amigo y yo. Por entonces si yo estaba medio lelo por la edad, mi amigo estaba tres cuartos de lelo, así que nos limitábamos a mirar y después comentar lo acaecido, recordaré siempre la figura de Julia cuando salió del agua, aparte de guapa, tenía un cuerpo de escándalo, increíble, posiblemente la imagen mas sensual de mi vida, era una diosa, perfecta, vientre plano, unos pechos generosos y bien moldeados, y una cara preciosa que continúa teniendo. Así pasamos el verano, babeando detrás de Julia e intentado hacer algo con sus amigas, ya que con ella no nos atrevíamos.

Pasaron los meses y yo seguí insistiendo con ellas, no quería perder el contacto, acudía a buscarlas donde solían ir los fines de semana, o llamaba por teléfono otras tantas veces, para entonces mi amigo ya había desaparecido, una vez volvía a su domicilio y empezaba el instituto, dejaba de existir. Por aquel entonces mi grupo de amigos no era muy agraciado físicamente, al igual que yo, por lo que no hicieron buenas migas con las amigas de Julia, claro esta que yo tampoco lo era, pero siempre he sido bastante amable y simpático y lo que conseguían otros con su belleza, yo lo conseguía con mi labia y mi buen hacer.

Una vez empezada la rutina del curso, conocí a dos amigas nuevas de Julia, a cada cual mejor, no llegaban a su nivel pero la verdad estaban bastante apetecibles, pero seguían sin acercarse al nivel supremo del que hacía gala Julia. Seguía siendo dulce, razonable, discreta, no le gustaba destacar mas que las amigas pero no podía impedir ser el centro de todas las miradas, envidiada por todas y deseada por todos.Un año mas tarde, después de pasar el verano igual que el anterior, mirando a Julia de reojo, deseándola en secreto y sin hacerme ninguna ilusión, la cosa cambió, nos juntamos con otro grupo de amigos, los que hoy siguen siendo mis amigos, pero sucedió lo inevitable, Julia se enamoró del guaperas, y yo gilipollas de mi, hice de casamentera y les arregle la relación, ellos eran felices, una pareja perfecta, el guapo deportista y trabajador, ella elegante, guapa, simpática, lo tenían todo pero gracias a mi ayuda me convertí en una especie de confesor para ellos, tanto para Julia como para mi amigo y así pasaron los años.

Coincidimos con los estudios, no en la misma clase, pero si estudiábamos lo mismo, por lo cual comenzamos a quedar para estudiar, no es que fuera tonta, ya que al final ella terminó y yo no, sino que le costaba un poquito asimilar los conceptos, no me costó mucho explicarle las cosas poro ocurrió una cosa curiosa, después de seis horas estudiando con ella y otro par de amigos, en el examen aprobaron ellos pero yo no, cuando fui yo quien les explicó los pros y los contras de cada punto de la materia.

Como podéis imaginar a partir de ahí empezaron las bromas y los sarcasmos por lo ocurrido, que si la profesora era lesbiana y por eso Julia había aprobado, que si se había "tirado" a la profesora etc. etc, por suerte, en septiembre logré deshacer mi entuerto y aprobar el examen. Al año siguiente ocurrió algo semejante y las bromas empezaron a ser mas reiteradas, aparte de eso, yo empecé a trabajar pero empezamos a coincidir los fines de semana, aunque teníamos vidas totalmente distintas ya que ella seguía saliendo con mi amigo, y yo solo me dedicaba a emborracharme e intentar ligarme a la chica de turno, cosa que pocas veces conseguía.

Un par de años después, conocí a la que actualmente es mi mujer, me enamoré al instante de ella y empezamos a salir, a los pocos meses y como es natural empezamos a hacer planes con otras parejas, viajes de fin de semana, salidas en verano etc, etc. Comenzamos haciéndolo con una pareja amiga de mi mujer pero pronto surgieron los malos rollos, así que empezamos a coincidir con Julia y mi amigo. Hicimos varios viajes juntos y yo notaba que su relación no iba todo lo bien que cabía esperar, yo que creo que tengo un sexto sentido para eso, noté cierto problema sexual entre ellos, al igual que me pasaba a mi, mi amigo me contó que Julia no era lo que digamos muy activa en la cama, y que lo pasaba realmente mal. Hasta ese momento yo ni siquiera me había imaginado como sería tener sexo con Julia, como ya he dicho anteriormente, su belleza era tal, que si por alguna casualidad, fuera mía, solo me dedicaría a exibirla. Poco a poco comencé a interesarme por sus problemas, de lo cual me costo mucho que Julia comenzara a confiar en mí, pero poco a poco iba abriendo sus sentimientos y sus temores.

Ella provenía de una educación ultra-católica, colegio de monjas, padres severos etc etc, y por esa razón le costaba tanto hablar de sexo o de cualquier cosa mal vista por la citada religión.Poco a poco me contaba mas de su vida, sobre todo la sexual, que era la que a mí mas me interesaba, decía que Víctor, su pareja, le insistía muy a menudo para tener relaciones y que ella se sentía incapaz de llevar su ritmo, mas adelante me comentó que las relaciones eran casi inexistentes, ya que la frecuencia era una vez cada dos o tres meses, lo cual enfadaba mucho a Víctor, en cuanto a las prácticas, nada fuera de lo común, lo que era la penetración y poco mas. También me comento que estuvieron saliendo mas de dos años para que lo hicieran por primera vez, cierto es que ella era joven cuando empezaron pero me pareció mucho, ya que Víctor venía de otra relación mucho mas activa.

Como era previsible, la relación terminó entre grandes dramas, fue Julia la que puso fin, y yo tuve que recoger los trocitos de Víctor, ella lo dejó por otro, mas guapo todavía, pero le salió rana, muy guapo, muy agradable, pero como todos un putero empedernido, encima por su trabajo viajaba mucho con lo que ella nunca estuvo tranquila. Por esa época las llamadas ya eran mucho mas frecuentes y por fin pude hablar con ella de sexo sin tapujos, por primera vez se abría completamente a mi y yo empecé cada vez mas a interesarme por ella. Por primera vez la atracción que ejercía en mi, paso de ser solo física y bella, a ser sexual y sucia. Comencé a subir el tono de las conversaciones, a hacerle preguntas mas fuertes que ella primero reía y luego contestaba, descubrí que el nuevo novio le había enseñado a hacer felaciones y que esa práctica no le desagradaba, pero que no le gustaba el esperma, eso hizo que perdiera pocos puntos pero ya me dio un tema con el que atacarla. Como me convertí en un apoyo para ella, cuando se sentía mal, tenía algún problema o simplemente se aburría siempre me llamaba.

Mi táctica fue, siempre de broma pero insinuarle cosas, como decirle que era frígida porque no me había probado, que si con un polvo mío cambiarían las cosas, pero ella solo reía, y si me pasaba mucho me cortaba o cambiaba de conversación, como conocía a mi mujer ella también se metía conmigo, era una relación amor odio, pero siempre terminaba buscándome para cualquier cosa, me convertí en un amigo intimo suyo, y eso me gustaba, aunque yo preferiría haber sido otra cosa.

Dos años mas tarde, su nueva relación con el guaperas terminó, y esta vez fue ella la que sufrió mas, fue una larga temporada sin bromas y sin conversaciones picantes, ella seguía guapísima, aunque había cambiado un poco su cuerpo, ya no era perfecto, había cogido unos kilitos que se le habían puesto todos en su trasero, pero aún así su belleza llamaba la atención por donde pasábamos. Empezó a salir mas, con un grupo nuevo de amigas, como siempre ella era la que se llevaba la palma, incluso mas de una vez dijeron si ella era el cebo para que ligaran las demás, y yo empecé a insistirle que debía de ser mas salvaje en la cama y tener menos prejuicios.
Ella me dijo que quería cambiar, que ya había perdido bastante el tiempo, y así fue.............
Un domingo por la mañana, pocas semanas después, sonó mi teléfono, yo todavía estaba en la cama, con mi mujer al lado, era temprano, sobre las ocho de la mañana, decidí levantarme para que mi mujer siguiera durmiendo, la voz de Julia sonó al otro lado diciendo:
- Lo he hecho, si de verdad, lo he hecho
– me decía con mucha excitación
- ¿Pero que pasa Julia?, ¿estás bien?
- pregunte asustado
- Muy bien, pero te tengo que colgar, esta durmiendo.
- ¿Quién?, ¿dónde estas?
– pregunte.
No hallé ninguna respuesta mas, había colgado, quedé intrigado y le volví a llamar, pero el teléfono estaba apagado, me lo imaginé en seguida, pero no me esperaba lo que pasó. Por aquel entonces Julia rondaba una discoteca de moda en la capital de donde soy, donde tenían zona V.I.P. y ella acudía casi semanalmente, me contó que había pasado la noche con un famoso, y que acabó en su casa haciendo el amor como nunca se lo habían echo, que estuvo mas de tres horas en la cama con el y que acabó rendida, ella, la bella mojigata había despertado de su letargo, a partir de ahí, Julia ya nunca volvió a ser la misma.

El famoso, jugador famoso del equipo de la capital, nunca la llamó, si que coincidieron alguna vez pero ella sabía que no iba a trascender así que lo olvidó y se quedo con el recuerdo de la noche que paso con el, claro yo fui el único que se enteró, ni siquiera mi mujer sabe nada de esto, y con eso obtuve otro tema con el que chantajearla, aunque no lo hice, porque las cosas vinieron de otra forma, yo ahí ya había decidido que quería acostarme con ella, e iba a intentarlo de todas las formas posibles, nuestra relación era solo amistad, aunque yo le hacía bastantes favores y ella sabía que me debía muchas cosas.

Mis bromas iban cada vez mas directas.

- Julia, si quieres que te ayude en estos, me tendrás que hacer " la mamada del infierno" bromeaba con ella.
- Si claro, y no me duras ni dos minutos
- me contestaba ella
- Pues si no quieres, no te ayudo.

Y así fueron pasando los meses, Julia conoció a otro chico con el que pronto se puso a salir, este no era tan guapo como los demás, incluso un poco feo diría yo, pero Julia se veía muy feliz, en cuanto al tema sexual, me decía que este era una caña, que no tenía ni punto de comparación con ninguno, excepto con el famoso, pero que era increíble, me comentaba que ella misma estaba irreconocible, que le apetecía a menudo y que en su vida había imaginado que sería capaz de ser como me decía ella tan puton, entonces aprovechaba yo y le decía que por fin cobraría mis mamadas del infierno, y reíamos, eran tiempos felices para Julia.

Pero como todo en esta vida todo termina. La relación terminó y Julia se vino unos días a casa conmigo y mi mujer, ella no estaba bien, porque según decía a este chico si que lo apreciaba y quería, estaba bastante echa polvo con lo que se vino por no estar sola, entre mi mujer, mis crios y yo la animamos y pronto retomó los estudios y se fue a vivir con su hermana, recién separada, pero claro esto no podía quedar así, seguíamos hablando, y cuando empezó a encontrarse mejor empecé a atacar, sabía que si no lo conseguía en los tiempos muertos entre sus relaciones no lo conseguiría nunca, tenía decidido acostarme con ella.

Gracias a sus estudios tuve la oportunidad, primero me pidió que le hiciera un trabajo, que hice gustosamente, no es que yo estudiara lo mismo que ella, pero me las ingeniaba para que quedara bien, mas adelante me pidió que fuera a casa de su hermana a ayudarle con otro trabajo, lo hice, y fue bastante excitante ya que ella me recibió en pijama, un pijama blanco de hombre, pantalón y camisa de seda, la camisa desabrochada dejaba ver a forma de escote el interior de sus preciosos pechos, que abultaban de una forma muy sensual, sus pezones no se si estaban duros o simplemente eran así, luchaban con la seda por salir fuera, esta imagen hizo que al instante tuviera una erección que me afané a disimular como siempre, sacándome la camisa fuera.
Esa noche le lancé varias indirectas, de las cuales acepto con sonrisas y de buena gana, algo había cambiado en nosotros, se le notaba mas interesada, mucho mas sexy de lo habitual, sensual, quizás sería el tacto de la seda en sus pechos desnudos o igual el tono de la conversación, por primera vez me comentó sus gustos, y como le gustaba que le hicieran el amor, nunca dijo follar o joder, ella era mucho mas fina, ese día quien sabe como habría acabado si no llega a volver su hermana justo minutos antes de terminar, nos despedimos con un gran abrazo, nunca antes me abrazó así y me besó en los labios, un piquito, fue muy erótico, simplemente con eso me conformé y soñaba que la situación volviera a repetirse algún día.Seguimos en contacto, hablábamos casi a diario, ella empezó a hablarme ya sin que yo insistiera de sus gustos sexuales, y parecía que las conversaciones le excitaban, y yo como comprenderéis estaba encantado con la situación, yo seguía insistiendo en que me debía mucho, que si había terminado sus estudios gracias a mi, que si estaba aprobando la carrera gracias a mis trabajos, a ella la notaba a gusto con la conversación y le gustaba por lo que hablábamos ser sumisa, así que empecé a hablarle con autoridad, ya no le pedía las cosas si no que las exigía, alguna vez, me propasé un poco entonces ella se defendía amenazándome con decírselo a mi mujer, pero yo sabía perfectamente que esa era una maniobra de escape, porque sabía que si seguía así al final lo conseguiría.Seguíamos hablando cuando un día me comentó que estaría una temporada sin llamarme, ya que tenía los exámenes finales y debía estudiar, la renovación en su trabajo dependía de que se sacara el título, yo lo comprendí y no le di importancia, pero maldije mi suerte de no haber conseguido nada con ella, ya que después de los exámenes se iría fuera del pueblo, tenía piso cerca del lugar de trabajo, a unos sesenta kilómetros de aquí.
De repente una noche sonó el teléfono, lo cogió mi mujer, yo no le di importancia ya que compartimos muchas amistades, pero me extrañó las risas que llevaba, al final me pasó el teléfono, era Julia, me había pedido prestado a mi mujer...... Simplemente porque tenía el examen final de Informática y no conseguía realizar unos ejercicios, hay que decir que no eran a nivel programación si no lo básico de ofimática, por lo cuál le pregunto a mi mujer si podía ir a darle unas clases rápidas, así fue, a los diez minutos estaba con mi portátil llamando al timbre de casa de su hermana.
- Hola Julia, ¿follamos ahora o después de estudiar?
– pregunté haciéndome el gracioso
- La oferta es tentadora pero, primero la obligación y luego el placer
- contesto indiferente como tantas veces lo hacía.
Acabada esta pequeña conversación yo ya había tenido mi primera erección de la noche solo con verla, estaba espectacular, hay que decir que era verano y hacía bastante calor, abrió la puerta con unos pantalones cortitos rojos muy monos que dejaban ver sus piernas excesivamente morenas pero fantásticamente torneadas, camiseta de tirantes a rayas, cortita, que dejaban al aire su plana barriguita y su tatuaje de letras japonesas que apenas se veía por lo oscuro de su piel, no llevaba sujetador, y al igual que la vez anterior, aparte de desafiar la ley de la gravedad, sus pezones peleaban con la camiseta, como si quisieran escaparse, llevaba el pelo suelto, hacía tiempo que no la veía con su pelo natural, últimamente le había dado por alisárselo, pero a mi siempre me gusto con todos sus rizos, ya que parecía una especie de leona.
Transcurrió la noche entre bromas y sus esfuerzos por comprender los menús del office xp, del cual no me costó mucho después de hacerle tomar apuntes que lo dominara casi a la perfección, tres horas después acabamos y le dije que me tenía que marchar.- Bueno Julia, me voy, que mi mujer estará esperando
– le dije
- Otro favor, déjame el portátil y así repasare esta noche
- me pidió Julia
- Esta bien, pero me tendrás que pagar alquiler
- reí maliciosamente.
- Vale, te haré la mamada del infierno
– me dijo jocosamente
Me acerqué a la puerta casi derrotado, no me atrevía a intentar nada con ella, encima de que se había convertido en intima de mi mujer, le tenía un poco de respeto aunque el morbo que me provocaba casi me impedía pensar, cuando estuve en la puerta me giré para despedirme y sin que yo me lo esperar se lanzó a mi cuello y empezó a darme besitos en la mejilla mientras reía escandalosamente.
- Julia déjalo o no respondo
- Pues no lo hagas tonto
– me dijo ella
- Te lo advierto, luego no me llores ¿eh?
- insistí
Entonces lleve mis manos hasta su hermoso culo, esperando su reacción, fueron unos segundos terribles, ya que no sabía por donde me iba a llegar el bofetón, pero me equivoqué, sobre quince segundos después reaccione, casi ni me lo creía y de repente se me iluminó la mente, si quería que esto acabara bien sabía como hacerlo, lo único que debería hacer era comportarme como siempre, y hacerla reir para que no tuviera tiempo de pensar en lo que estaba pasando y así empezó el "show".
- Tu te lo has buscado Julia .........¡¡¡ ACCIÓN!!!
Ella no podía parar de reír y yo aproveché para sin despegar mis manos de su trasero obligarla a dar un saltito y que rodeara mi cintura con sus piernas, entré de nuevo en el domicilio de su hermana y con mi espalda cerré la puerta, en ese momento ya tenía mi lengua dentro de su boca, a ella le costaba respirar pero no me repelía el beso, le costaba respirar porque seguía riendo mientras nuestras lenguas jugaban en el interior de su boca.
- A ver si me muerdes, joder Julia, hasta para follar te ríes como una pija.
Ella tuvo otro ataque de risa, mientras tanto yo continuaba, la tenía sentada en la mesa y yo ya había empezado a acariciar sus enormes pechos, cuando le quité la camiseta me quedé asombrado, nunca me había imaginado que los tuviera tan grandes, y esos pezones oscuros y completamente redondos, ella seguía riendo, mientras yo ya empecé a besarlos y morderlos, esto pareció calmarla un poco, cuando dejé de oírla reír me asusté, pensé que todo se iría a la porra pero pude capear el temporal:- Pareces una vaca, vaya tetas, para navidad te regalaré un cencerro.
Esto provocó otro ataque de risa, yo sabía que lo importante es que Julia no reaccionara a lo que estaba pasando, debería darme prisa en empezar a calentarla, si no, seguro que el que se iría caliente a casa sería yo y encima tendría problemas con mi mujer. Empecé a acariciarle el interior de sus muslos y tocar su sexo por encima del corto pantalón que llevaba, el tacto de su piel era maravilloso, ella ya no reía tanto y mis caricias empezaban a surtir efecto, cuando pude sortear sus braguitas por el lateral y rozar sus labios, noté que estaba empapada, entonces dejé de besar sus pechos y empecé a bajar poco a poco por su plano vientre hasta llegar a su sexo, tuve tiempo de tener otra pequeña conversación con ella:
- ¿Te habrás lavado no?
- Calla imbécil y sigue ostia
- me dijo enfadada pero en tono de burla
- A ver si me vas a pegar algo
- insistí en la broma
No lo dudé y comencé a saborear sus sexo, no estaba nada mal, un poco demasiado bello para mi gusto pero no le hice ningún asco, Julia estaba disfrutando, vi como echaba la cabeza hacia atrás mientras empezaba a dejar escapar algunos suspiros entrecortados, seguí un buen rato ella ya no disimulaba su placer yo para entonces tan excitado estaba que me quité bermudas y los boxers sin que ella lo notara, para entonces mis dedos jugueteaban con su clítoris, mi lengua hacía de falo e intentaba insertarla lo mas hondo posible dentro de ella, ella estaba muy mojada se la veía disfrutar y al momento tuvo su primer orgasmo, no, no fue un orgasmo húmedo, mas bien fue silencioso, solo noté contracciones y como se ponía rígida apretaba los ojos y se encorvaba un poco hacía arriba.
Me hizo gracia y no pude contenerme:
- Tia, no sabes ni correrte, vaya mierda de amante
- me reía yo
- Joder tio, que máquina eres
– me miraba sorprendida
- Pues esto no acaba mas que empezar, así que preparate
- Estoy impaciente por comprobarlo
- me contesto ella.
Por nuestras innumerables charlas sabía que le iba el royo sumisa, así que como ya no se me iba a escapar empecé con un juego distinto, sabía que le gustaba, no, no es sadomasoquismo, solo que sabía que le gustaba sentirse usada y que le insultaran mientras estaban con ella, eso solo lo sabía yo.
- Ven aquí, que te voy a enseñar como se hace, que no tienes ni puta idea
- le dije haciendo el papel de enfadado
- Vale
Contesto sumisa JuliaFuimos hasta la habitación la tenía completamente desnuda, le hice que se colocara a cuatro patas encima de la cama, que me apuntara con su hermoso trasero y que me mirara , era increíble, ese cuerpo, y esa cara, tan bella como siempre, con un brillo especial en los ojos, me acerqué lentamente y empecé a acariciarle la espalda, desde los hombros, bajando lentamente hasta llegar a sucintura, ella me miraba, me acosté a su lado, colocando mi pene a escasos cetímetros de su cara, con la mano derecha le cogía del cabello de forma que su cabeza la tenía totalmente dominada, y con mi mano izquierda no paraba de juguetear con su clítoris, continuaba excitada y sus jadeos iban en aumento, cada vez que intentaba bajar la cabeza, yo se lo impedía, cuando intentaba acariciarme yo le estiraba del pelo hacia arriba y ella desistía, tenía mi pene a escaso diez centímetros de su cara, a escasos veinte de sus manos, y veía en sus ojos como deseaba tocarlo, lo miraba con deseo pero decidí que esperara un poco mas, así lo adoraría mas, cada vez, lo intentaba con mas frecuencia, llegar hasta mi pene era su obsesión, pero la disuadía con los tirones de pelo, yo mientras seguía introduciendo mis dedos en su sexo, y ella ya no disimulaba su placer entonces llegó el momento.

Quiero que te sientes encima de mi zorra
- le ordene ya completamente con el control.
- Por fín contestó ella
- Venga date prisa.
No lo dudó, intentó tocarme el pene, pero no le dejé, simplemente dejo que lo insertara en su sexo, ella quedó encima de mi, e intento apoyar su pecho con el mio y besarme, no la dejé, la obligué a mantenerse erguida, haciéndo con su cuerpo un ángulo de noventa grados perfecto, le dije que cabalgara, cosa que hizo sin rechistar, yo sentía un placer increíble, sentía mucho calor en mi pene, realmente Julia ardía por dentro, ella seguía con sus movimientos, me encantaba ver el movimientos de sus pechos y como apoyaba sus manos en mi barriga para acompañar sus movimientos, de repente se me ocurrió pasar a la acción:
- Si que eres mala en la cama joder, ahora vas a saber lo que es bueno.
A Julia le cambió la cara, pero no de mal rollo, oír esto creo que la excito mas todavía y abrió mas los ojos esperando que yo reaccionara. Mi reacción fue un poco brutal, me alcé con rapidez, la rodeé con mis brazos y la atraje hacia a mi, quedando yo acostado y ella encima de mi, apretaba con fuerza sus caderas hacia a mi, lo que obligaba a que levantara un poco su hermosos culo, entonces empecé, a atacar desde abajo, con enbestidas bestiales, mi movimiento de caderas hacía que ella notara como entraba con fuerza desde atrás, ella empezó a gemir con mas fuerza y no puedo evitar estirar su cuello, yo agaché el mío y comencé a besar sus pechos con fuerza mientras ella comenzó un gemido largo que con cada envestida mía se entrecortaba.
- Te gusta zorra de mierda, a ver si aprendes de una puta vez lo que es un hombre de verdad, y dejas de tirarte a esos guaperas que no tienen ni medio polvo
- Si, si, si,
- es lo único que lograba articular Julia.
Con mis manos en su trasero, seguía penetrándola con fuerza desde atrás cuando le di la vuelta, la cogí por los tobillos y alcé sus piernas hasta situar la parte posterior de sus rodillas apoyadas en mis hombros, la penetré nuevamente, con fúria y un ritmo infernal, ella no podía parar de gemir y soltaba grititos, cada vez mas fuertes, yo sudaba como un cerdo por el esfuerzo y por el calor, ella ladeaba la cabeza hacía un lado, cuando me di cuenta, la cogí por la barbilla y le obligué a mirarme, y le dije:
- Quiero que veas como te follo, no te atrevas a apartar los ojos de mi cara
Notaba como le gustaba, ese brillo especial en sus ojos, le encantaba que la dominaran, ese era su tabú, el tabú que nunca había dicho a nadie, solo a mi, a su amigo, a su confesor, que estaba aprovechando todos sus secretos para aprovecharse de ella, pero al fin y al cabo, ella lo estaba disfrutando, decidí cambiar, mas que nada porque estuve a punto de terminar en un par de ocasiones, y como comprendereis no quería que esto sucediera, decidí volver a ponerla a cuatro patas, y empecé a penetrarla al estilo perrito, ella seguía jadeando, cuando posé mis manos en sus pechos y empecé a estrujarlos con fuerza, su tacto y su blancura con respecto al resto de su piel, le daban un aspecto de flan que me excitaban de sobremanera entonces ella lanzo un grito que me asustó, y me hizo taparle la boca con la mano, tuvo mas espasmos, pero esta vez si que tuvo un orgasmo sonoro, se dejó caer en la cama y se quedó mirándome asombrada, respiraba con dificultad y sus ojos eran una mezcla de terror y placer.
- Venga ahora si, veamos tu famosa mamada del infierno
- le dije desafiándola
Ella volvió a reír, llevaba rato sin hacerlo y mientras lo hacía no para de repetir:
- Joder tio, que calladito te lo tenias
- decía sorprendida
- ¡Cállate y al tema!
– le ordené.
Sin rechistar se puso manos a la obra, yo acostado comodamente y ella rozó mi pene por primera vez, empezó a masajearlo y poco a poco fue acercando su bonita cara hasta el, solo de ver mi pene y su cara detrás estuve a punto de correrme, pero pude evitarlo, saco su lengua y empezó a pasarla por mi glande, primero por la rajita y luego por donde se une con el resto del pene, luego con sus labios, empezó a jugar con el hasta que empezó a introducirlo lentamente en su boca, notaba como sus labios cada vez abarcaban mas trozo de mi miembro totalmete duro, pero sabía que no podía dejarla hacer, tenía miedo de que se aburriera y lo dejara, decidí volver a tomar el mando.
- No esta mal, pero voy a enseñarte
- le dije yo intentando disimular el placer que me estaba proporcionando.
Aferré su cabeza con ambas manos y empecé a marcarle el ritmo, ella no protesto, simplemente miró hacia arriba y nuestros ojos se encontraron, notaba como se excitaba cada vez que tomaba la iniciativa, empecé a obligarla poco a poco a que engullera un poco mas, hasta que al final la tuvo entera en su boca, notaba como le tocaba la garganta, pero me encantaba, ella me miraba y disimuladamente, se fue colocando para iniciar un sesenta y nueve, no lo rechacé pero al poco decidí volver a cambiar, me puse en pié, y la atraje otra vez hacia mi, la agarre de su bonita melena rizada y le volví a marcar los ritmos, esta vez, estaba follándole la boca directamente cuando le dije:
- Y ahora te voy a petar el culo
Sabía perfectamente que nunca lo había probado, y que no le hacía ninguna gracia, pero aun así decidí intentarlo, la puse a cuatro patas, parecía que estaba por la labor, y empecé con el ritual, primero bese su sexo, comprobé que estaba húmedo y con su propio flujo empecé a lubricar su ano, comencé a introducir un dedo mientras con la otra mano no paraba de estimular su clítoris, me costó entrar pero al final pude, ella gemía, esta vez era una mezcla de placer y de dolor, intenté introducir otro, y aumentaron sus gemidos, parecía que le gustaba, estaba disfrutando, aunque de vez en cuando daba algún que otro respingo, llegó el momento, estaba a punto de iniciar en el sexo anal posiblemente a la mujer mas guapa que jamás estaría conmigo, mi excitación era increíble.
Me coloqué a su espalda, y me decidí a entrar por arriba, lo hice muy despacio, sabía que le podía hacer mucho daño, apoyé mi glande contra su ano, estaba rojo, muy rojo y comencé a empujar, todo fue bien, hasta que lo ancho de mi glande por fin entró.
¡Para, para, por dios!
– me suplicó Julia.
- Ten paciencia pronto dejará de doler
– intenté tranquilizarla.
- No de verdad, me duele mucho.
Cuando pude ver su cara, me asusté, le caían dos lagrimas de sus negros ojos, por lo que comprendí que no había ido bien y decidí desistir, cuando saqué mi pene de su enrojecido ano, Julia volvió a gritar, y se quedó encogida en la cama en posición fetal, la abracé con fuerza y la besé dulcemente primero en la frente, luego en las mejilla y finalmente en la boca, ella me devolvió el beso, dulcemente, nuestras lenguas parecía bailar un vals de Strauss, me abrazó y me dijó que no podía mas, pero que quería algo mas, yo ya me lo imaginaba, porque en una ocasión se le escapó y conociéndola sabía que nunca se lo habría dicho a nadie, sus secretos sexuales eran exclusividad mía,.
- Porfa, correte en mi cara
- me imploró
- Por supuesto, ¿puedo en tu boca?
- No, sabes que me da asco, pero si en mi cara ¿vale?.
Efectivamente, como de costumbre no me equivocaba, ella permaneció tumbada y yo decidí darme un último homenaje con ella, cogí con ambas manos cada uno de sus pechos e introduje mi pene entre ellos, moviendo mis caderas el tacto de la piel de sus pechos y mi glande golpeando sus labios me puso a mil, ver su cara, a la espera de mi semen me excitaba muchísimo mas, sus ojos apretados, su boca también apretada para evita que nada entrara me dio tanto morbo que no lo pudo soportar, mi primer disparo pasó de largo y fue a parar a su melena, el segundo dio de lleno en su frente, ella al notarlo ladeó la cabeza con lo que el tercer disparo rozó su ceja pero calló en su mejilla, los demás yo fui repartiéndolos por el resto de su cara, cuando hube terminado ella abrió los ojos, estaba preciosa, nunca olvidaré esa cara sucia, me encantan, y mucho menos olvidaré como nos levantamos y fuimos al espejo para que ella se viera, le encantaba y no dudó en esparcir mi semen por toda su cara, eso si, no quiso probarlo, pero nos reímos un buen rato.
Mas tarde ya mas tranquilos le pedí perdón por el dolor provocado en su ano, le quitó importancia pero me dijo que no lo intentara mas, decidimos que lo mejor era no contarlo jamás, y así fue, este es nuestro secreto.......
Julia aprobó el examen gracias a mi, yo sigo gastándole las bromas pesadas, sobre todo delante de mi mujer, sospecharía algo si dejara de hacerlo, y ella marchó a su nueva residencia, nos vemos algunas veces, ahora tiene pareja, otro guaperas, que por lo que me cuenta es un poco "pésimo en la cama", pero que va aprendiendo, de vez en cuado bromeamos por lo ocurrido y yo sigo haciéndole favores, quizás algún día pueda repetir, no será por ganas, porque sigue siendo una hermosa mujer, pero, con menos tabúes sexuales que alguien aprovechará.